En nuestro colegio nos centramos todos los días en la adquisición de normas y valores. Uno de los aspectos en los que se incide sobremanera es en el desarrollo de la autonomía e independencia, la solidaridad y la colaboración entre compañer@s. En la clase de 2º A apostamos por llevar a la práctica una serie de dinámicas de trabajo que se centran especialmente en ello, son el reparto de tareas y la tutorización entre iguales. La puesta en práctica y el día a día ponen de manifiesto que utilizar las interacciones entre los alumnos y alumnas como una herramienta de aprendizaje favorece la adquisición de conocimientos, por lo tanto, debemos desterrar la desfasada idea de que los pequeños sólo pueden aprender de los adultos y aprovechar la capacidad mediadora de nuestros discentes. No tenemos más que observar como Daniel e Irene trabajan el cálculo mental, como Idaira y Alejandro ayudan a afianzar el proceso lector de Rubén Darío, como Raúl y Juan comparten sus opiniones sobre un libro de lectura de animales que les encanta, como Fernando, María y Rubén colaboran en el conteo de tapones y como Silvia y Ángela se esmeran en pintar un tablón para colocar en clase.
El trabajo cooperativo y la riqueza de estas relaciones favorecen la cohesión del grupo y la mejora del clima de trabajo.
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